sábado, 10 de março de 2018


              Finde


Cocaína y ginebra
celebran que estoy solo
de viernes a domingo.
Y el móvil encendido, por si acaso,
para que no sospeches nada.
Voy corriendo cortinas y el delirio
carnal llega a las seis de la mañana
con una peli porno.
Me gusta estar tan cerdo
mientras los dedos de la aurora
recorren los visillos y se escuchan
los pájaros más puros.
No me salvan sus trinos;
nada puede salvarnos
del olvido sin fondo
que habita entre este hombre y el muchacho
que soñaba otra vida
una tarde de siesta
al final de la infancia.

Mejor me bebo el rosa de la aurora
con agua tónica y ginebra.
La indiferencia hace el resto.


   Praena, Antonio. Historia de un alma. Madrid: Visor Libros, 2017, p 22.
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